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      Cuencos de arcilla

      La arcilla es un material natural de la tierra que puede moldearse al agregar agua. ¿Sabías que en algunos lugares puedes encontrar arcilla en la tierra lista para ser esculpida? La arcilla se forma naturalmente en el fondo de lagos y en depósitos marinos. Los humanos descubrieron las propiedades útiles de la arcilla en la prehistoria. Uno de los primeros artefactos descubiertos es un recipiente para beber hecho de arcilla secada al sol. Trabajar con arcilla también tiene beneficios terapéuticos: puede ayudar a reducir el estrés y fomentar la creatividad y la socialización. ¿Cómo te sientes al trabajar con arcilla? ¿Qué es lo que más te gusta de trabajar con este material? En este proyecto, crearemos cuencos de arcilla con la técnica del pellizco, lo que puede ayudarnos a sentirnos más tranquilos y creativos.

      Materiales
      • Arcilla (casera o comprada)
      • Agua
      Instrucciones

      Paso 1: Toma un trozo de arcilla del tamaño de la palma de tu mano. Haz rodar la arcilla entre las palmas de tus manos hasta formar una bola. Intenta que sea lo más redonda y simétrica posible. Este movimiento repetitivo puede generar un estado tranquilo y meditativo.

      Consejo: La firmeza de la arcilla determinará cuánta presión debes aplicar para formar la bola.

      Paso 2: Comienza a crear tu cuenco. Cuando ya tengas tu bola lista, hazle un agujero con el pulgar.

      Consejo: El agujero debería atravesar un poco más que la mitad de la bola.

      Paso 3: Empieza a pellizcar la arcilla para darle forma de cuenco. Usa los dedos para pellizcar la arcilla hacia arriba, alejándola del agujero central. Al pellizcar, concéntrate en relajarte mientras rotas la bola en tu otra mano para lograr una forma y un tamaño uniformes. Continúa este proceso hasta que hayas logrado el tamaño y el ancho que querías para tu cuenco.

      Consejo: Asegúrate de que las paredes del cuenco no sean demasiado delgadas, especialmente cerca de la base, e intenta que el grosor de la pared sea uniforme desde la base al borde superior.

      Paso 4: Moldea o diseña tu cuenco. Una vez que las paredes de tu cuenco tengan un grosor uniforme, puedes moldearlo o continuar el proceso meditativo de alisar las paredes para lograr que sea lo más simétrico posible.

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